Era evidente que un día como hoy iba a haber algún desubicado de la vida. Y bue, el impresentable de un compañero mio me deseó feliz día.
Le iba a contestar, hasta que pensé que sería mejor dejar que se valla rápidi. Riendome por adentro, a todos los que les dijo feliz día, ni un octavo harían algo por ayudarlo.
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